Hace casi cuarenta años, cuando la preocupación básica de la comunidad psicoanalítica mundial era reducir el tiempo del tratamiento psicoterapéutico, el doctor Salvador Roquet, quien se formaba como
psiquiatra en la Universidad Nacional Autónoma de México, tuvo un jueves santo de 1957 su primera experiencia con psicodislépticos.
Era entonces una mañana de cuaresma. El punto de reunión fue el Hospital “Samuel Ramírez Moreno”, hospital psiquiátrico de la carretera de Puebla, que dirigía en aquel entonces el doctor Ramón de la Fuente. Roquet había sido invitado por el psicoanalista colombiano José Rodríguez para colaborar en una investigación sobre los efectos de las mescalinas, un psicodisléptico, en la mente y el cuerpo, especialmente a nivel neurológico.
Con sus 36 años de edad el doctor Salvador Roquet contaba ya con una vasta preparación académica, que incluía una maestría en salud pública con especialización en malariología; posteriormente se graduaría, además en la especialidad de neurología en el Hospital Gea González. Había ocupado importantes cargos públicos, llegando a dirigir las Campañas Nacionales contra el Paludismo y contra la Tuberculosis (1951-1955). Con esa carrera meteórica, envuelto en el éxito profesional, sufrió un duro revés político que lo hizo caer desde la cima. Reiniciando la búsqueda en el terreno profesional, decidió hacer la especialidad en psiquiatría. Bajo esas circunstancias adversas tuvo la primera experiencia con alucinógenos. Esa mañana Roquet se encontraba ahí, en una pequeña habitación del “Samuel Ramírez”. Tenía en las manos el libro El arte de amar de Erich Fromm, un mundo de vivencias un miedo galopante en su interior. Desconocía el impacto de cualquier droga en su cuerpo, por lo tanto, el contacto con la mescalina sintética por vía intravenosa hizo un afecto inmediato. Durante ocho horas vivió el drama de su vida ahí representado.
La sustancia fue una ruta de acceso a su inconsciente, a sus múltiples Yos. Su ser se desplomó entre la lucha intelectual para registrar lo que estaba ocurriendo y la desconexión. Un mar de sentimientos se despeñaban ante él mismo, revelándole irónicamente las escenas de su vida, los aciertos y los fracasos, los momentos de angustia y dolor, la pregunta existencial, el sentido de la vida, de la muerte, el sentido del hombre. Se sumergía en el mundo del inconsciente y emergía hablando; angustiado, preguntaba cosas al doctor Rodríguez, quien estupefacto y carente de una metodología, se dedicó a observar y a hacer anotaciones. Fue la única sesión de aquel entonces. Rodríguez y el equipo de investigadores del “Samuel Ramírez” pararon los estudios. Roquet no recibió explicaciones y, más aun, se le escondió el material producto de su experiencia de 1957. Sin embargo, en esa única experiencia, Roquet supo
algo, descubrió algo. En la lucha entre la locura y la razón, desbocada por el efecto de la mescalina y, con la sensibilidad a flor de piel, Roquet valoró la importancia del uso de psicodislépticos en el tratamiento psicoterapéutico. Sí, las sustancias permitían profundizar en el conocimiento del alma,
destapando las angustias más profundas del ser, descorrían el telón oscuro del inconsciente, permitiendo entrar al interior sin contaminantes, sin los tradicionales bloqueos y resistencias del Súper-Yo. La sustancia barría con los falsos valores (el poder y la gloria, la envidia y la vanidad, el orgullo
y la soberbia) que regularmente el paciente utiliza para mediatizar la confrontación consigo mismo. La ruta al subconsciente era directa.
algo, descubrió algo. En la lucha entre la locura y la razón, desbocada por el efecto de la mescalina y, con la sensibilidad a flor de piel, Roquet valoró la importancia del uso de psicodislépticos en el tratamiento psicoterapéutico. Sí, las sustancias permitían profundizar en el conocimiento del alma,
destapando las angustias más profundas del ser, descorrían el telón oscuro del inconsciente, permitiendo entrar al interior sin contaminantes, sin los tradicionales bloqueos y resistencias del Súper-Yo. La sustancia barría con los falsos valores (el poder y la gloria, la envidia y la vanidad, el orgullo
y la soberbia) que regularmente el paciente utiliza para mediatizar la confrontación consigo mismo. La ruta al subconsciente era directa.
Así fecundó la idea. Inició desde entonces un largo recorrido deinvestigación científica que forjaría una nueva corriente psicoterapéutica, hoy conocida como Psicosíntesis de Roquet. Cinco años después de este viaje, Roquet hizo otro. Era París. Ya como psiquiatra, caminaba por el barrio de Saint Germain, cuando sus ojos quedaron hipnotizados ante el título de un libro: Les Champignons Allucinogen du Mexique de Robert Heim y Robert S. Wasson. “Fue como un latigazo en la espalda, un despertar, volví a enlazar”, recuerda Roquet en una entrevista. Desde entonces decidió que algún día trabajaría con alucinógenos en terapia. Cinco años más tarde, cuando sintió que su experiencia como psiquiatra y psicoanalista le permitía una base profesional y gnoseológica del ser humano, se lanzó a la aventura. Roquet decidió no remitirse a las fuentes occidentales de trabajo con alucinógenos en distintos campos de la ciencia y, quizá por una razón nacionalista o por pura intuición, decidió seguir otra ruta. Desafiando la tradición científica occidental fue a la fuente de la experiencia milenaria en el manejo de alucinógenos: los indígenas mexicanos. Con esa actitud reconoció algo que los científicos modernos se han negado a justipreciar, esto es, que el mundo indígena existe conocimiento que puede y debe ser incorporado a las ciencias modernas. Así fue como los hilos de la Psicosíntesis de Roquet comenzaron a tejerse. En 1967 ocurrió la primera expedición de pacientes roquetianos a Huautla de Jiménez, Oaxaca, en donde María Sabina dirigió el trabajo.
Roquet registró los elementos que la sabia de los hongos utilizaba en su trabajo místico y, después de varias expediciones logró armar un protocolo y una técnica esencialmente psicoterapéuticos. Siguieron ocho años arduos de trabajo durante los cuales ocurrieron 764 sesiones con un total de 1,023 pacientes.
Era claro: una nueva senda de tratamiento psicoterapéutico al servicio del hombre se cristalizaba y una nueva veta de investigación científica comenzaba a adquirir dimensiones internacionales. Roquet en México y otros, como Stanislay Grof en Praga y Maryland, fueron los pioneros de esta aventura.
A través de las sesiones cona alucinógenos Roquet obtuvo una gran cantidad de material del inconsciente de sus pacientes, que desnudaba en parcelas la topografía de la personalidad. Los miedos, las angustias, el sentido místico, la función de la fe en la vida del hombre, la función del concepto de muerte y el miedo a la muerte, así como la importancia del amor y el sufrimiento en el devenir ontológico del ser humano. Con esta riqueza vivencial y terapéutica, Roquet desarrolló una nueva teoría de la personalidad que considera al hombre una entidad bio-psicosocio- ambiental y espiritual. Lo considera una entidad cuya dimensión de unidad es sólo lograda por una trascendencia espiritual. Así, la teoría de la personalidad de Roquet establece el miedo a la muerte como la raíz de todas las angustias del ser humano y la fuente de todos los miedos, pero también como un parámetro y punto de referencia de la experiencia y evolución del hombre. La teoría roquetiana afirma que el miedo a la muerte desencadena el conflicto con la autoridad, que es sincretizado en la idea de un Dios (o regulador de la evolución de toda energía llamada vida) y, en consecuencia, deriva en la rebeldía y en la culpa (rebeldía y culpa por no evolucionar).
Al no aceptar o confrontar la idea de la muerte, el hombre entra en desobediencia, enconfl icto con la autoridad superior (Dios o las leyes universales) y en consecuencia entra en rebeldía con los valores del sistema establecido. Como resultado de esta no aceptación de la muerte, tampoco se asume el compromiso con la vida, y es entonces que la teoría roquetiana habla de la dependencia como una incapacidad de realizar el compromiso con la vida. El ser humano queda entonces atado al pacto con la madre, que es una prolongación del estado neonato del individuo. La personalidad se desdobla en una secuencia de dependencias, sea con personas, bienes materiales, actividades o, explícitamente, con drogas y los impulsos sexuales. El pacto con la madre se expresa en el temor a la vida, impide la realización del ser, lo cual resulta en una permanente inseguridad, sensación de pérdida y vació existencial.
A cambio de la dependencia, el ser humano tiene el camino del amor, puente entre la vida y la muerte y única vía a la trascendencia. La teoría roquetiana establece al amor como el punto de reunión entre sensibilidad y razón y fuente de la energía creadora del hombre. En el logro del amor la conciencia del hombre alcanza la compresión de niveles superiores de energía y, por lo tanto, encuentra su enlace con la energía original, que es Dios. Es así que la teoría de la psicosíntesis de Roquet establece que la genética
de la personalidad y de la psique contiene tres continentes: Dios, la Muerte y el Amor. El trabajo de sesiones con psicodislépticos lleva al paciente a niveles profundos y regresivos de su experiencia, no meramente biográfica, como puede ser el nacimiento y el recorrido por todas las experiencias intensas
de su vida, sino que también lo lleva al expediente de lo ontogénesis y a la experiencia mística. Roquet concluyó que para que el paciente lograra estos niveles, pero fundamentalmente, para que la confrontación con el inconsciente tuviera un sentido terapéutico, era necesario evitar el nivel de fantasía o el llamado "buen viaje" que experimentaron los hippies con el uso de alucinógenos. Por ello destacó la etapa del caos o locura, con el fin de lograr la desintegración de la personalidad, único medio para obligar al paciente a ir al origen y encontrar aquello que había perdido: su sensibilidad. El debate del hombre en ese abismo, en esas tinieblas, permitía al paciente reconocer su propio caos y confrontar las experiencias traumáticas que generaron los trastornos de la personalidad. “Se trata de dar la lucha
en ese momento, ver el material del inconsciente y confrontarlo con el consciente, aquí se produce la unión entre la sensibilidad y la razón; se trata de un viaje de ida vuelta que confronte al hombre con su esencia, su verdad”, anota Roquet en una entrevista.
de la personalidad y de la psique contiene tres continentes: Dios, la Muerte y el Amor. El trabajo de sesiones con psicodislépticos lleva al paciente a niveles profundos y regresivos de su experiencia, no meramente biográfica, como puede ser el nacimiento y el recorrido por todas las experiencias intensas
de su vida, sino que también lo lleva al expediente de lo ontogénesis y a la experiencia mística. Roquet concluyó que para que el paciente lograra estos niveles, pero fundamentalmente, para que la confrontación con el inconsciente tuviera un sentido terapéutico, era necesario evitar el nivel de fantasía o el llamado "buen viaje" que experimentaron los hippies con el uso de alucinógenos. Por ello destacó la etapa del caos o locura, con el fin de lograr la desintegración de la personalidad, único medio para obligar al paciente a ir al origen y encontrar aquello que había perdido: su sensibilidad. El debate del hombre en ese abismo, en esas tinieblas, permitía al paciente reconocer su propio caos y confrontar las experiencias traumáticas que generaron los trastornos de la personalidad. “Se trata de dar la lucha
en ese momento, ver el material del inconsciente y confrontarlo con el consciente, aquí se produce la unión entre la sensibilidad y la razón; se trata de un viaje de ida vuelta que confronte al hombre con su esencia, su verdad”, anota Roquet en una entrevista.
Es esto lo que resume la teoría y la técnica de psicosíntesis de Roquet. Se trataba de que el paciente registrara este hecho en una sesión que incluía la etapa analítica y a la vez la sintética. La sustancia permitía que el paciente reconociera como falsos valores los elementos agregados de la personalidad, como el poder, la gloria y el status quo y, revisando el significado de los hechos de su vida, fuera en busca del amor, como el valor universal que da sentido a la existencia humana. A pesar de que ese tratamiento demostró su eficacia en los más de mil pacientes que Roquet trató (que ninguno de ellos se quedó en el viaje), a pesar de que fue en México donde ese tratamiento se sistematizó y se perfeccionó y dio nacimiento a una nueva teoría de la personalidad, una de las más promisorias del siglo XX, a pesar de que su trabajo ha sido reconocido a nivel internacional y que algunos psiquiatras como el doctor Walter Houston Clark han comparado la lucha científica del doctor Salvador Roquet con el trabajo de Freud en Viena, a pesar de ello, la psicoterapia con base en alucinógenos fue brutalmente interrumpida el 21 de noviembre de 1974. Brutalmente, ya que derivó en el injusto encarcelamiento del doctor Roquet y de otros psiquiatras que fueron sus seguidores, como el doctor francés Pierre Fravreau; brutalmente, ya que nunca se aclararon los móviles y se mantuvo en el anonimato a los personajes que fraguaron el artero golpe; brutalmente, porque se eludió el debate profesional, científico que permitiera determinar la utilidad de los alucinógenos como arma terapéutica; brutalmente, porque no hubo investigación alguna sobre el trabajo de Roquet en México y en el extranjero; brutalmente, porque provocó de manera indirecta el cierre del Instituto Robert S. Hartamn, donde se atendían exitosamente a muchos pacientes en psicoterapias individuales, de grupo y en sesiones con alucinógenos; porque degolló un programa socioeconómico y de prevención de la salud pública en la zona Mixe de Oaxaca y trajo consigo también el cierre de la Escuela Integral Albert Schweitzer, que incluía una Escuela de Padres de Familia con énfasis en la prevención de la salud mental desde la etapa neonatal. No obstante, tal como el famoso cineasta Luis Buñuel decía que la censura había servido para inventar nuevas metáforas en la obra cinematográfica, así Roquet emprendió una nueva alternativa psicoterapéutica que mantuvo el principio de las psicosíntesis. En 1975 surgieron las convivencias psicoterapéuticas, método intenso, profundo y politécnico, que reproduce las etapas que se experimentan con los alucinógenos (la locura, la nada, la
muerte y el renacimiento). En estas convivencias de tres días el paciente logra niveles de catarsis e incluso estados semipsicóticos que le permiten llegar a puntos de sensibilización necesarios para el logro del amor en la reintegración de la personalidad. Salvador Roquet murió en abril de 1995. Ahora es recordado probablemente como un psiquiatra controvertido y extravagante que usó drogas en terapia.
Sus pacientes, quienes lo sacaron de la cárcel y declararon en su favor en al Cámara de Diputados, saben que no se trataba de extravagancias, sino de salvarlos de la locura o del suicidio. Sea como sea, en la ciencia y la psiquiatría mexicanas existe todavía un expediente abierto. En sus notas autobiográficas Roquet escribe “...a nadie pertenece la verdad, porque el día que alguno diga que tiene la última verdad, ese día se cierra la puerta y se acaba la vida”.
muerte y el renacimiento). En estas convivencias de tres días el paciente logra niveles de catarsis e incluso estados semipsicóticos que le permiten llegar a puntos de sensibilización necesarios para el logro del amor en la reintegración de la personalidad. Salvador Roquet murió en abril de 1995. Ahora es recordado probablemente como un psiquiatra controvertido y extravagante que usó drogas en terapia.
Sus pacientes, quienes lo sacaron de la cárcel y declararon en su favor en al Cámara de Diputados, saben que no se trataba de extravagancias, sino de salvarlos de la locura o del suicidio. Sea como sea, en la ciencia y la psiquiatría mexicanas existe todavía un expediente abierto. En sus notas autobiográficas Roquet escribe “...a nadie pertenece la verdad, porque el día que alguno diga que tiene la última verdad, ese día se cierra la puerta y se acaba la vida”.
Prólogo del libro del doctor Roquet, titulado Teoría y Técnicas de Psicosíntesis de Roquet.
SOY JOSE CARLOS DE LA VEGA BASULTO,
ResponderEliminarYO FUI ALUMNO Y PACIENTE DE SALVADOR ROQUET, CON EL Y SU TRATAMIENTO CONOCI LA PSICODINAMICA DE LA SALUD MENTAL IDEAL, EN LA QUE SE DESARROLLA EN LOS PACIENTES Y EN UNO MISMO, LA CAPACIDAD DE AMAR Y DAR. LIBERANDO LOS CANDADOS TRAUMATICOS DE LA AUTOLASTIMA, SE LLEGA NATURALMENTE A LA BONDAD, INGREDIENTE CRUCIAL DEL AMOR. LA AUTOLASTIMA PROVIENE DE LA PERCEPCION DE QUE SEGUIMOS SIENDO NIÑOS FRAGILES Y VULNERABLES Y DE QUE NO PODEMOS CAMBIAR NADA SOLOS, A PESAR DE SER ADULTOS.
ESTA PERCEPCION NOS HACE DEPENDIENTES, Y NOS HACE SENTIR QUE SOMOS VICTIMAS DE TODOS Y ASI PRODUCE LOS RESENTIMIENTOS HACIA LAS PERSONAS QUE NO ACEPTAN QUE SOMOS BEBES (BEBES ADULTOS) Y TRATARNOS COMO TAL Y QUE ELLOS DEBERIAN HACERNOS SENTIR BIEN, Y DE ESTE RESENTIMIENTO SE FRAGUAN LOS ODIOS, DE LA IMPOTENCIA QUE SIENTE ESE NIÑO ADULTO DE TOMAR SU RESPONSABILIDAD, PROYECTANDO SUS TRAUMAS PRIMARIOS EN SUS RELACIONES DE ADULTO.
ENTONCES EL TRATAMIENTO ES AYUDAR AL PACIENTE A QUE SE REPONSABILICE DE SI MISMO/A, QUE NO IMPORTA SI FUE TORTURADO O VIOLADO POR SUS PAPAS, LA RESPONSABILIDAD DE RECUPERARSE ES DE UNO, Y EL SABER QUE SI LOS PAPAS DE UNO NO NOS DIERON EL AMOR ADECUADO FUE PORQUE NO TENIAN LOS ELEMENTOS DEL AMOR, ES DECIR NO SE LOS DIERON DE NIÑOS Y NUESTROS PPAS DE VICTIMAS NOS HICIERON VICTIMAS REALES A NOSOTROS DE NIÑOS, PUES SOLO LOS NIÑOS PUEDEN SER VICTIMAS Y LOSADULTOS SOLAMENTE DE CRIMEN, GUERRA O DESASTRES NATURALES, Y TODO EO QUE NO AMA ESTA ENFERMO, ENTONCES PERDONARLOS PONIENDO LIMITES Y HACER TODO POR AMAR A ESOS PADRES QUE NOS LASTIMARON, POR QUE ASI NOS AMAMOS A NOSOTROS MISMOS Y A NUESTROS SEMEJANTES, ME PREGUNTE QUE EN SI QUE ELEMENTOS TIENE EL AMOR CIENTIFICAMENTE HABLANDO PARA PODER RECONOCERLO Y LLEGUE A ESTO.
EL AMOR TIENE 6 ELEMENTOS CRUCIALES:
1 EL CONOCIMIENTO
2 EL RESPETO
3 LA SENSIBILIDAD,( LA BONDAD, EL CARIÑO, LA COMPASION ETC.)
4 EL COMPROMISO
5 LA RESPONSABILIDAD
6 LA AUTODICIPLINA
SI LE FALTARE A NUESTRAS ACCIONES CUALQUIER DE ESTOS ELEMNTOS, EL AMOR YA NO SE REALIZA, Y ALGUNOS DE NOSOTROS NI SIQUIERA TENEMOS LA MINIMA EXPERIENCIA EN ALGUN O TODOS ESTOS ELEMENTOS.
ENTONCES EL LUCHAR POR USAR ESTOS ELEMENTOS EN NUESTROS PROYECTOS, EN NOSOTROS MISMOS O EN NUESTROS SEMEJANTES NOS VA A ACERCAR A LA SALUD MENTAL EN LA QUE NO JUSGARIAMOS A NUESTROS PADRES, LES TENDRIAMOS COMPASION, Y LA ACTITUD DE DAR DE TU TIEMPO Y CARIÑO Y ATENCION LLEVA A SER UNA PERSONA QUE A PESAR DE ESTAR LASTIMADA SE CAPACITO EN EL AMOR, CLARO, LA METODOLOGIA ES MUCHO MAS ELABORADA Y DIGNA DE UN LIBRO EXTENSO Y DE UN TRATAMIENTO ESPECIFICO, PERO EL CAMINO ES EL AMOR, LA LUZ ES EL AMOR, EL ENTENDIMIENTO ES EN EL AMOR Y POR TODO ESTO,
GRACIAS SALVADOR ROQUET MI AMIGO, MAESTRO, TERAPEUTA, DIOS TE BENDIGA.
Lei el libro Una terapia prohibida de Janines Rodiles, lamento que su instituto fuera cerrado pues en esta sociedad caotica hace tanta falta la educación para padres y psicoterapeutas éticos comprometidos con la salud mental de las personas interesadas en esta técnica que wstá trunca. WQue la gracia de Dios este contigo y la paz en tu casa. Gracias por tu testimonio y que se retome esta técnica Roquet en el País.
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EliminarHola soy Gabriel García y estoy realizando un documental del LSD en México, ¿le gustaría compartirme su experiencia en terapia con el doctor Roquet? me encantaría incluirla en el documental. Gracias.
ME INTERESA CONTACTARTE, SOY PSIQUIATRA GRACIAS
ResponderEliminarHACE 4 AÑOS ESCRIBISTE ESTO ´PEROP YO NO FREQUENTO ESTA PAGINA, ESCRIBEME A: joseadorable@hotmail.com
EliminarME INTERESA CONTACTARTE, SOY PSIQUIATRA GRACIAS
ResponderEliminarMuy interesante, conoci al Doctor Roquet durante mi estancia en Guatema, era hombre bondadoso y muy inteligente, le prestamos nuestra casa para hacer terapias,el no tenia propiedades, regaba todo a los necesitados, gracias por compartir!💙❤💙❤💙
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EliminarHola soy Gabriel García y estoy realizando un documental del LSD en México, ¿le gustaría compartirme su experiencia en terapia con el doctor Roquet? me encantaría incluirla en el documental. Gracias.
Hola soy Gabriel García y estoy realizando un documental del LSD en México, por favor si hay alguien que quiera compartirme su experiencia en terapia con el doctor Roquet me encantaría incluirla en el documental. Gracias.
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